La expresión "en la mano un cáliz de oro" de nuevo identifica a la mujer con la Iglesia Católica Romana. La edición de Broderick de The Catholic Encyclopedia, declara del cáliz: "[Este es] el más importante de los vasos sagrados... [Este] puede ser de oro o plata, y si del último, entonces el interior debe estar recubierto de oro".
La Iglesia Católica Romana posee muchos miles de cálices de oro macizo que están guardados en sus iglesias alrededor del mundo. Hasta la cruz de Cristo manchada de sangre ha sido hecha de oro y engastada con gemas preciosas reflejando la gran riqueza de Roma. La Enciclopedia Católica dice: "La cruz del pectoral [suspendida por una cadena alrededor del cuello y usada sobre el pecho por abates, obispos, arzobispos, cardenales y el papa] debe hacerse de oro y... decorarse con gemas..."
La Iglesia Católica Romana es por mucho la institución más adinerada del mundo. Efectivamente, de vez en cuando se oyen "las súplicas" de Roma solicitando dinero -apelaciones persuasivas diciendo que el Vaticano no puede mantenerse con el presupuesto limitado que tiene y necesita ayuda monetaria. Dichas apelaciones son maniobras inescrupulosas. El valor de innumerables esculturas por grandes maestros como Miguel Angel Buonarroti, pinturas por los artistas más grandes del mundo, además de incontables tesoros y documentos antiguos que Roma posee (no sólo en el Vaticano sino en catedrales en todo el mundo), es incalculable. En el sínodo mundial de obispos en Roma, el cardenal Heenan de Inglaterra propuso que la Iglesia vendiera algunos de estos tesoros "superfluos" y donara los ingresos a los pobres. Dicha sugerencia le valió el desprecio de sus pares.
Casi escondida por otros tesoros está la "Corona" de Nuestra Señora de Lourdes, que fue hecha por un orfebre de París en 1876 e incrustada con diamantes.
Cristo y sus discípulos vivieron en la pobreza. Cristo dijo a sus seguidores que no hicieran tesoro en esta tierra sino en el cielo. La Iglesia Católica Romana ha desobedecido ese mandamiento y ha acumulado una plétora de riquezas que no tiene comparación, de la cual "el Pontífice Romano es el supremo administrador y mayordomo..." (James Coriden, Thomas Green, Donald Heintschel, The Code of Canon Law (Paulist Press, 1985), Canon 1273).
Después de una observación indiscreta por parte del portavoz de prensa de ellos, las autoridades de este culto accedieron a revelar parte de la colección del fabuloso tesoro de Lourdes (Francia), cuya existencia la Iglesia Católica mantuvo en secreto durante 120 años... ... se abrieron [algunas] de las vitrinas que iban desde el suelo hasta el cielo raso para revelar 59 cálices de oro macizo junto con anillos, crucifijos, estatuas y pesados broches de oro, muchos incrustados con piedras preciosas.
Las autoridades católicas dicen que no pueden poner valor sobre la colección. "No tengo idea", dice el Padre Pierre-Marie Charriez, director del Patrimonio y los Santuarios. "Es de valor inestimable"....
Al otro lado del camino hay un edificio donde hay depositados cientos de vestimentas eclesiásticas [antiguas], mantos, mitras y bandas, muchas hechas con hilos de oro pesado.
"La Iglesia en sí es pobre..." insiste el Padre Charriez. "El Vaticano en sí es pobre..." (The European, abril 9-12 de 1992. p.1) [El tesoro aquí descrito es solo una parte del que se guarda en un lugar... ¡ el pequeño pueblo de Lourdes, en Francia ! ]
No hay comentarios:
Publicar un comentario